DURA DERROTA EN HUESCA

No pudo ser. Derrota del Cisne por 35-24 en un partido en el que fueron de más a menos. Los blancos jugaron a un gran nivel en la primera parte, en la que fueron capaces de remontar una desventaja de cinco tantos. Sin embargo, sufrieron un bajón en el inicio de la segunda parte que acabó por desconectarlos del partido.

Comenzó el encuentro de mala manera para los intereses pontevedreses. Sin tiempo para entrar en el partido, los de Márquez se vieron con una desventaja de cinco tantos cuando todavía ni se habían jugado los diez primeros minutos de partido. 

Tuvo que pedir tiempo muerto el entrenador visitante para pedirle a los suyos que se pusiesen el mono de trabajo. Y así lo hicieron. Poco a poco y gracias a la inspiración de Cavalcanti y Kilian Ramírez, el colchón del Huesca fue adelgazando hasta quedarse en nada. Los goles de Carlos Álvarez, Mateo Arias, Álex Chan y del central portugués sirvieron para igualar la contienda cuando se cumplía el minuto 20 de juego.

Tuvo que ser entonces el técnico local el que pidiese tiempo muerto. La defensa de cinco uno del Cisne estaba haciendo mucho daño al Huesca y el preparador supo cómo corregirlo. El partido entró entonces en un intercambio de golpes por parte de ambos contendientes del que el Cisne iba a salir victorioso en primera instancia, cuando Cavalcanti aprovechó una soberbia parada de Kilian para adelantar por primera vez a los suyos en el marcador.

Sin embargo, el primera línea portugués se encontró en dos ocasiones consecutivas con los palos de la portería local, errores que el Huesca supo aprovechar para voltear el tanteador e irse al descanso con una renta mínima, que pudo haber equilibrado Chan con un lanzamiento desde los 7 metros al filo del descanso, pero el balón se estrelló también contra el larguero.

El empate llegó en la primera acción del segundo tiempo por medio de Calin Dedu. Sin embargo, el equilibrio iba a durar poco. Un parcial de cuatro tantos consecutivos del Huesca fueron el preludio del chaparrón goleador que se avecinaba por parte de los locales.

Pidió tiempo muerto Javier Márquez para hacer espabilar a los suyos, pero esta vez la charla no surtió efecto. El Cisne se equivocaba una y otra vez en la construcción de la jugada y el Huesca les robaba el balón con demasiada facilidad para castigar a los pontevedreses al contragolpe.

Así fueron cayendo un gol detrás de otro. A diferencia de lo ocurrido en la primera parte, esta vez el Cisne no pudo reaccionar y acabó encajando una abultada derrota que empaña el buen trabajo realizado por los blancos en un primer tiempo en el que demostraron tener capacidad para competir por la permanencia.

Fuente: Pontevedraviva.com

Imagen: Andrey Sapizhak